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Actualizado: junio 08, 2025 09:41 a. m.
El vecindario sudamericano arde en su propia tensión: Ecuador y Paraguay rozan la clasificación; otras selecciones, en cambio, tambalean sobre el abismo. La jornada 16 de las eliminatorias, prevista el martes, promete abrir puertas y dejar cicatrices en la ruta hacia el Mundial de Norteamérica en 2026.
Con apenas tres jornadas por delante, el margen de error se achica y las cuentas se afinan en la recta final de la extensa ronda clasificatoria de la Conmebol, que arrancó en septiembre de 2023.
Ecuador (2°, 24 puntos) visita a Perú en Lima con la posibilidad de sellar su clasificación si suma los tres puntos, mientras que Paraguay (3°, 24), también urgido de una victoria para volver a un Mundial después de 16 años, afronta un duro desafío en Sao Paulo contra Brasil (4°, 22), que podría asegurar su boleto si gana y se dan otros resultados que respalden ese triunfo.
La Tricolor de Sebastián Beccacece se ha consolidado como una de las grandes revelaciones del premundial gracias a su solidez defensiva, la velocidad por las bandas y una identidad de juego bien definida. El empate 0-0 ante Brasil, el jueves en Guayaquil, supo a un modesto triunfo. Una victoria en Lima (01H30 GMT del miércoles) es sinónimo de regreso a un Mundial, cuatro años después de su participación en Catar.
Los peruanos, en cambio, continúan contra las cuerdas a pesar del 0-0 con Colombia el viernes en Barranquilla. Con apenas 11 puntos y ubicados en el penúltimo puesto, la Blanquirroja necesita ganar sí o sí para mantener una chance remota de repechaje.
El debut de Carlo Ancelotti al frente de Brasil no pudo haber sido más gris.
El empate sin goles en Guayaquil dejó a la Canarinha con sabor amargo y sin margen para tropezar nuevamente. Los pentacampeones del mundo ya no imponen el respeto de antaño y varias de sus figuras apenas están conociendo el libreto del técnico italiano.
La Seleção recibe en Sao Paulo (00H45 GMT del miércoles) a Paraguay, que llega lanzado tras vencer 2-0 a Uruguay en Asunción y alcanzar los 24 puntos, muy cerca de asegurar su clasificación.
Los dirigidos por Gustavo Alfaro saben que una victoria en el Morumbí los lleva a Norteamérica.
Para "Carletto" la presión empieza a sentirse. El fútbol brasileño, históricamente intolerante con los resultados sin espectáculo, exige algo más que control y posesión. La hinchada espera goles, magia y, sobre todo, victorias.
En Buenos Aires, Argentina recibe a una Colombia necesitada.
El campeón del mundo, ya clasificado al Mundial de 2026, juega sin presiones, pero con la mirada en el futuro.
Lionel Scaloni ha comenzado a renovar piezas, a probar variantes y a dosificar a sus figuras, como sucedió con Messi, quien apenas tuvo 33 minutos en la victoria 1-0 ante Chile en Santiago.
Con 34 puntos, la Albiceleste está cómodamente en la cima de la clasificación. Colombia, en cambio, atraviesa horas de incertidumbre y comienza a sentir la sombra del repechaje tras su doloroso empate ante los incas.
Sexta con 21 puntos, la selección de Néstor Lorenzo necesita salir bien parada de Buenos Aires (00H00 GMT del miércoles) para no ceder terreno en una tabla cada vez más apretada. Solo suma una victoria en sus últimos seis partidos, un rendimiento que invita urgentemente a una visita al diván.
Marcelo Bielsa enfrenta su primera verdadera tormenta en Montevideo.
Tras una racha de cuatro partidos sin ganar y con un Uruguay disminuido por lesiones y suspensiones, el "Loco" sabe que necesita reaccionar para no complicarse en exceso en el esprint final.
Con 21 puntos y quinto en zona de clasificación directa, el margen se estrecha peligrosamente.
Del otro lado estará Venezuela, que con 18 puntos y asentada en el séptimo lugar —zona de repechaje— sueña con hacer historia y clasificarse por primera vez a un Mundial.
La Vinotinto, dirigida por Fernando Batista, visita el Centenario (23H00 GMT) con la mira puesta en la clasificación directa. Será una prueba de fuego ante un Uruguay que atraviesa un momento incómodo.
En El Alto: la última bala
En los 4.150 m de altitud de El Alto (20H00 GMT), Bolivia y Chile se juegan mucho más que tres puntos. Para ambos, el margen de error se agotó. La Verde, que todavía sueña con repetir la gesta de 1994, necesita hacerse fuerte en su feudo más temido para mantener viva la ilusión.
Con 14 puntos y en la octava plaza, una victoria ante los chilenos la pondría de lleno en la pelea por el repechaje.
Chile, por su parte, llega en una situación aún más comprometida.
Último en la tabla, sin gol, sin respuestas y con una generación que se apaga lentamente, una derrota de la Roja, que dirige Ricardo Gareca, sería el cierre definitivo para un ciclo que ya se estiró demasiado.
